Las planchas o biferas de hierro, esas pesadas de fundición, pueden alcanzar altísimas temperaturas y permanecer inalterables. Por eso son ideales para la preparación de alimentos que requieren este tipo de cocción.
Para asegurarnos que no resulte tóxica y dure muchos años es necesario curarlas.
Para el curado de la bifera de hierro, seguimos estos simples pasos:
- Calentar la bifera directamente sobre la hornalla durante unos minutos a fuego fuerte
- Cubrir la superficie con una fina película de aceite y dejar que se vaya consumiendo
- Retirar del fuego y con un papel absorbente quitar los excedentes
- Colocar sal gruesa en la bifera, desparramar la sal por toda la chapa, frotar y limpiar
- Agregar nuevamente aceite y cocinar cebollas picadas, luego tirar esta cocción
Esto servirá para curar de impurezas el metal. La bifera ya está lista para disfrutar.
Al terminar de usarlas, también hay que limpiarlas y guardarlas de una manera especial ya que, si simplemente las lavamos como cualquier otro implemento, se nos pueden oxidar.
Para ello, luego de su uso, primero hay que dejar que se enfríe la chapa, lavar y secar.
Se recomienda calentar la plancha para quitarle toda la humedad, una vez fría, untar unas gotas aceite para lubricarla y pasarle un papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Así nos quedara lista para su siguiente uso.
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