Aldo Anzil y su socio Iván, iniciaron en 2010, en Camino Aldao un pueblo al sudesde de Cordoba poco tiempo después, se instalaron en la Capital cordobesa hace 10 años. La historia se remonta hace casi 100 años cuando el tio abuelo de Aldo era muy reconocido en el pueblo por los asados que realizaba en colaboración para los eventos del pueblo, bomberos voluntarios y cooperadoras, y su forma de condimentarlos preparando una sal con mezcla de especias típicas para adobar carnes en el campo. Gustaban tanto esos sabores en el pueblo, que en las carnicerías empezaron a imitarla y venderla suelta para condimentar los asados como “La sal de Pedro” aunque no era realmente la preparada por él. Este preparado se volvió una tradición familiar a la hora de preparar las carnes para eventos especiales, cuando hace 10 años Aldo , luego de utilizarla en sus comidas de todos los días, decidió llevarlo a la mesa de toda la gente para poder disfrutar de estos sabores en lo cotidiano, llevar a la mesa esa sensación de estar comiendo en el medio de campo disfrutando en familia de un asado sabroso, disfrutar de los sabores de antaño.